Cuidados para que tu naranjo o limonero de frutos

Conocerás aqui cuales climas son los mejores para estos frutos y sus necesidades y gustos y los cuidados que debemos proporcionarles, nos damos cuenta de que sí es posible adquirir uno y disfrutar de su presencia y de sus frutos.

CARACTERÍSTICAS GENERALES

Los cítricos o agrios, familia a la que pertenecen naranjos, limoneros, mandarinos, limas, pomelos y cidros, son árboles de pequeño o mediano tamaño, de hoja perenne y copa compacta sobre todo en el caso de los mandarinos.
Los limoneros son los mas grandes y vigorosos, tienen la copa más abierta y poseen además espinas duras y afiladas que dificultan las labores de poda.

Las hojas de todos ellos son coriáceas (consistencia como la del cuero), de un verde brillante, más claras cuando son jóvenes, mas oscuras al madurar, de forma ovalada y con peciolo alado en el caso de los naranjos.

Florecen en primavera. Sus flores son hermafroditas, con un órgano masculino con estambres que portan el polen y un órgano femenino con un ovario y sus óvulos. Tienen entre 4 y 8 pétalos blancos (los naranjos y mandarinos), o blancos y púrpura (los limoneros). Son carnosas y muy perfumadas en todos los casos por lo que se usan para fabricar esencias. También se preparan con ellas infusiones.

Flor de naranjo amargo

Los naranjos producen un número elevadísimo de flores así que hay una caída natural necesaria para que el árbol pueda con los frutos. Los novatos siempre nos asustamos al llegar un día y ver el suelo cubierto de una alfombra blanca.

La caída de las flores, cuando es excesiva, puede estar provocada por heladas a destiempo o vientos muy calurosos.

Flores de naranjo

Después de fertilizar las flores viene la cuajada: aparecen pequeños brotes de un color verde oscuro y brillante que son los futuros frutos y otros de un color amarillento que caerán prematuramente. Este otoño tampoco debe preocuparnos, ya que es beneficioso para el equilibrio del árbol. Si es excesivo, puede deberse a la falta de nitrógeno y agua.

Cuajado del fruto

En climas como el mío (veranos frescos, no muy calurosos e inviernos suaves) los limoneros también florecen muy abundantemente y de forma escalonada por lo que disponemos de frutos durante todo el año.

Los frutos de los cítricos, llamados “hesperidios”, tienen una corteza llena de glándulas oleíferas de las que se extraen aceites esenciales. Esta corteza es blanca y amarga por dentro y coloreada en amarillo o naranja en su exterior.

La carne o pulpa, comestible, dividida en segmentos, es muy jugosa, con una mezcla de sabores dulces y ácidos y con gran contenido vitamínico especialmente vitamina C. Para más información sobre los limones y sus propiedades,

En climas ligeramente extremos, los frutos se cosechan en otoño e invierno.

Los primeros frutos que da el árbol, en su tercer año de vida, es conveniente arrancarlos y no dejarlos crecer para que el árbol no gaste energía en ellos y se considere crear una estructura sólida y buenas raíces.

Los cítricos siguen, en general, un ciclo anual en el que se diferencian cuatro etapas:

  • De finales de febrero a principios de mayo tiene lugar la brotación de primavera. Crecen ramillas con hojas verde claro. Sobre estas ramillas aparecen las brotaciones fructíferas que portarán las flores.
  • Entre julio y agosto, tiene lugar la brotación de verano
  • Desde septiembre hasta finales de noviembre tiene lugar la tercera brotación o brotación de otoño.
  • Durante el invierno no entran totalmente en reposo. Solo reducen su actividad vegetativa.

Limonero en invierno

QUÉ LES GUSTA A LOS CÍTRICOS

Sobre todo y  fundamentalmente, el clima templado-cálido aunque si tenemos un clima frío podemos cultivarlos en maceta y protegerlos de las heladas en el interior. Para este tipo de cultivo, el más adecuado suele ser el mandarino.

Las lluvias otoñales que mejoran el calibre de los frutos y las invernales que aumentan las reservas del suelo.

Un suelo de consistencia media, ni muy ligero ni muy pesado, equilibrado en el contenido de arcilla, arena y limo, permeable, bien aireado y con un pH neutro o ligeramente ácido.

Temperaturas suaves: entre 22º a 26º  desde finales de primavera a principios de otoño.  Por encima de los 30º hay que aumentar notablemente el riego para que no experimenten una parada vegetativa.

QUÉ NO LES GUSTA

Los suelos demasiado arcillosos o calcáreos por lo que, si a pesar de ser nuestro suelo así, queremos cultivar uno, tendremos que enmendarlo o modificarlo aportando gran cantidad de materia orgánica y hacerlo fresco y permeable

Las bajas temperaturas. Son sensibles a temperaturas inferiores a 0º. A -8º los limoneros, a -10º los naranjos y a -12º los mandarinos, se mueren los pobrecitos.

Tampoco les gusta la humedad ambiente excesiva pero si ésta es escasa hay que aumentar el riego.

El viento: si es fuerte y frecuente es necesario poner cortavientos. Cuando sopla el sur, viento muy seco y caluroso, es conveniente pulverizar la copa con una manguera.

Cómo cuidarlos

Mantendremos el suelo alrededor del árbol, limpio de hierbas. Hay que quitarlas con cuidado, no profundizando más de unos 10 o 12 cm en la labor para no destruir las raicillas superficiales, mejor a mano sin mover mucho la tierra.

En febrero, agregaremos fertilizante orgánico.

La deficiencia de nitrógeno puede provocar una caída excesiva de flores y frutillos y algunos brotes vigorosos así como follaje amarillento, por lo que proporcionaremos un fertilizante rico en nitrógeno (nitrato de amonio o sulfato de amonio para suelos alcalinos o nitrato de cal para suelos ácidos) a finales de febrero y otro a finales de mayo o principios de junio.

Ni un aporte de potasio y fósforo a finales de otoño o principios de invierno hará daño.

A pesar de todos nuestros esfuerzos, los cítricos pueden presentar deficiencias muy típicas en ellos. Será mejor que conozcamos los signos o síntomas para ayudarlos a superarlos:

  • Carencia de hierro o clorosis férrica

El limbo de las hojas se vuelve amarillo mientras que los nervios permanecen de color verde.

Causa: suelo muy alcalino

Solución: difícil. Hacer aportaciones de sulfato de hierro o de quelatos de hierro ( mejor pero más caro)

Se aplica a nivel preventivo al inicio de la brotación y a nivel curativo cuando se observen los primeros síntomas que veremos en sus hojas, que amarillean.

  • Carencia de magnesio

Se manifiesta con la progresiva desaparición de la clorofila de la hoja empezando por el ápice y siguiendo hacia la base. La hoja se va decolorando y amarilleando.

Solución: una pulverización de sulfato de cinz  diluido en agua en mayo-junio, después de la floración.

Plagas y enfermedades

En cuanto a enfermedades, una de las más terribles es el virus de la tristeza que pueden padecerla los árboles injertados sobre naranjo amargo y transmitirla los pulgones verdes. Las hojas se ponen cobrizas con los nervios blanquecinos, los árboles se debilitan y mueren.

Otras enfermedades propias de los cítricos son:

Gomosis: puede producirse cuando el punto de injerto está muy cerca del suelo y se moja al regarlo.

Negrilla: cuando hay un ataque de cochinillas, caparretas, pulgones o mosca blanca que dejan una especie de melaza sobre las hojas donde arraiga el hongo negro.

Antracnosis: se da en árboles mal alimentados o regados, también en los sometidos a una humedad ambiente excesiva.

Mal seco: causado por un hongo que prolifera en suelos pesados y con mal drenaje.

Moho y pudrición de los frutos: hongos que proliferan en ambientes excesivamente húmedos y copas poco ventiladas.

Exocortis: se transmite con las herramientas de poda por lo que al pasar de un árbol a otro, conviene desinfectarlas con lejía.

En cuanto a las plagas (cochinilla, pulgones, ácaros), se evitan no utilizando insecticidas que maten a los insectos beneficiosos y manteniendo las copas bien podadas y limpias, bien aireadas y soleadas y los árboles alimentados y regados en su justa medida.

PODA

Generalmente si tu árbol crece vigoroso, la poda ha de ser ligera, si tiene un vigor medio, la poda será de mediana intensidad y si es poco vigoroso, necesitará una poda algo más severa.

La poda ha de ir siempre acompañada de un abonado y riego copiosos para ayudar al árbol a superar el trauma, cicatrizar las heridas y brotar o fructificar de nuevo.

fuente: disfrutarconelhuertoyeljardin.blogspot.com

 

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