Árboles frutales
Níspero: este árbol puede crecer en cualquier tipo de suelo. Incluso precisa de pocos cuidados, ya que sus frutos maduran al final del invierno o principios de la primavera. Solo tienes que germinar los huesos de este árbol frutal. Para hacer esto, coloque las semillas en un vaso con algodón empapado en agua. Luego pon un plástico y espera unas semanas. A medida que pasan los días, introduce el suelo en una maceta y el hueso germinado.
Aguacate: es un fruto rico en grasas saludables y, por ende, repleto de beneficios. Además, es un árbol perfecto para el jardín, ya que puede alcanzar hasta los 24 metros de altura con una sombra en el verano. Para llevar a cabo su cultivo es necesario retirar el hueso del aguacate, lavarlo y ponerlo en un vaso con agua por la mitad. De ahí, habría que esperar unas 4 semanas a que salga la raíz para poder ponerlo en una maceta con tierra preparada.
Melocotón: este hermoso árbol entrega una fruta que se le conoce también como durazno y sus orígenes comenzaron en China y Afganistán. Así que para tenerlo en casa es necesario germinar los huesos. Lo primero es coger un hueso y abrirlo para retirar la almendra y plantarla directamente en el suelo a unos 7 cm por debajo del suelo. Después cubrirla con alguna manta y al cabo de unas semanas verás como crece muy rápido.
Pera: este árbol frutal da una fruta jugosa y dulce. Puede llegar a medir más de 20 metros y florece en abril. Sin embargo, no es capaz de tolerar temperaturas muy bajas, por lo que no se debe plantar en el invierno. Para realizar su cultivo es necesario germinar las semillas colocándolas en un vaso con algodón y agua. Después de unas semanas, las semillas deben trasplantarse a una cacerola pequeña. Para cuando estén más grandes se podrá plantar en el jardín y al cabo de unos años tan solo se deberá disfrutar de una rica pera.
Manzano :Este increíble árbol lleno de vitaminas puede crecer sin ningún problema en bajas temperaturas y logra alcanzar una estatura de hasta 12 metros.
1.Para que tengas esta fruta en tu jardín, deberás usar las semillas que se encuentran dentro para germinarlas.
2. Colócala sobre una toalla de papel y envuélvela. Moja la toalla y luego introdúcela en una bolsa plástica.
3. Una vez que las semillas hayan germinado, simplemente debe sembrarlas en cualquier sartén a una profundidad entre 5 y 10 cm.
4. Debes tener paciencia, pero valdrá la pena porque en pocas semanas verás que poco a poco este hermoso árbol comienza a crecer y será muy fácil plantarlo.